martes, 21 de junio de 2016

Escandinavia: El Dios Odin


Cuenta el Edda que antaño hubo un rey (Gylfi en nordico) que para premiar los maravillosos trabajos que en su obsequio realizo una especie de danzarina ambulante que paso por su reino le dijo: Te daré dentro del país  donde gobierno tanta tierra de cultivo como puedan arar cuatro bueyes en un día y una noche.
Aquella mujer era de la raza de los ases o asen, entonces el rey haciendo uso de su mágico poder, cogió los cuatro bueyes, que también tenían algo de sobrenatural, los unció en un arado, y tanto profundizo estos en su labor, que arrancaron toda la tierra por donde pasaban y se la llevo al mar con dirección al oeste, hasta llegar a un estrecho en donde se detuvieron para arrojarla, mientras todo el sitio donde había estado antes la tierra se lleno de agua.
La mujer milagrosa dio aquella tierra arrancada de Suecia el nombre de ''Saelund"(Zelandia) y de lago el agua que quedo detrás de ella convirtiéndola así en una isla.
Cuando Gylfi vio la proesa realizada por la mujer se los ases, quiso saber, temeroso ya de mayores males, si el poder que tenían tales gentes eran propio de los razas o de divinidades que estas adoraban. y difrazandose de viejo trotamundos, emprendió en el mayor secreto, un viaje hacia la lejana tierra de aquella raza misteriosa llamada en el lenguaje nórdico Asgard.



Pero como los ases por su naturaleza sobrehumana, poseían la cualidad de adivinos, mucho antes de que llegara el real viajero ya sabían que había emprendido la marcha, y se prepararon para recibirle produciendo en el deslumbrantes visiones de hechicería.
Asi cuando llego el rey lo primero que se le ofrecio a su vista fue una altísimo plaza publica cercana y cubierta, cuyo techo estaba formado por bélicos escudos de oro, en vez de vulgares bardas de corral.
En el portal de aquella hallabase un hombre haciendo juegos malabares con cuchillos de los cuales siempre mantenía en el aire no menos de siete a la vez.

- Como os llamáis? y que queréis? pregunto el malabarista al forastero rey Gylfi.
- Me llamo Peón y deseo que me den albergue para pasar aquí esta noche, y saber ademas, a quien pertenece esa admirable plaza.
- Al rey- contesto el malabarista que hacia las veces de portero-, y, si quieres, yo mismo te llevo a su presencia.
Dicho lo cual entraron ambos en la plaza y al mismo momento de entrar las puertas de cedro adornadas con enchapes de oro se cerraron solas. A la vista del forastero se ofrecieron multitud de hombres de los cuales unos comían, otros bebían y algunos se ejercitaban para el combate con las armas primitivas que poseían. Mas allá se encontraban tres estrados en los que se encontraban sentados tres graves personajes.

El mas alto de los asientos lo ocupaba el rey, cuyo nombre "Har" significaba sublime los otros mas bajos, eran los que parecían ser sus ministros. A esta especie de tribunal, que algo tenia de trinidad, dirigió el viejo forastero una interminable serie de preguntas, que le fueron contestadas, acerca de la naturaleza de los dioses, del origen y del final que tendría. De todo obtuvo su correspondiente respuesta.
Le dijeron que mucho antes de que existiera el mundo, el padre universal y eterno habitaba en su palacio de Luz, mientras que Sutur ele Negro, vivía en las regiones de las tinieblas, rodeado de 12 ríos hirvientes y venenosos.Entre estos dos palacios, representación del mas intenso resplandor y de la mas total oscuridad, existía la nada, el caos la insondable abismo sin conocerse ni mar, ni tierra, ni vientos, ni siquiera el cielo que se cierne sobre nuestras cabezas.



Los vapores que erraban por el espacio, salidos de los ríos venenosos, se condensaron y el veneno que contenía se convirtió en escarcha, que cayo al abismo.Las chispas que saltaban de la región del fuego fundieron el hielo, y sus gotas, al caer, formaron a Imer, progenitor de los gigantes del hielo, raza odiosa y malvada que eran anteriores al mundo.
Nada mas nacer Imer, a su alrededor no había otra cosa que nieve, hielo y agua, con lo que no sabia de que alimentarse. Pero de repente un rayo solar intenso derritió la nieve y de hay surgió una maravillosa vaca, llamada Andumia cuyas ubres manaban leche a raudales. Con ella se alimento Imer, adquirió tal vigor que rápidamente formo a otros gigantes de gran valor y extraordinaria violencia. Del sudor producido en la mano izquierda de Imer durante su sueño nacieron un hombre y una mujer, de uno de sus pies un hijo con seis cabezas. De el procedía la raza malvada de los gigantes malhechores.
La vaca Andumia alimentaba a los gigantes pero como no habia pasto no tenia de que alimentarse, por lo que lamia las piedras cubiertas de sal y hielo. Y poco poco fueron saliendo de estas piedras la cabeza, el tronco, los brazos y las piernas de un hombre joven llamado Bora, progenitor de los dioses. 



Que ocurrio con Imer?. Al fin murió asesinado y su cuerpo fue a parar al abismo. Con el se formo el mundo, de su carne la tierra, de su sangre el mar que la rodea como un anillo, las montañas proceden de los huesos, los bosques de sus cabellos, de su cráneo el cielo, de sus entrañas los pesados nubarrones y de sus dientes las piedras. Las chispas que brotaban de la región del fuego formaron en el cielo, las estrellas. Por lo que respecta a los Ases, estos eran de origen divino. Fueron formados por su dios Odin de dos desformes troncos de arbol, el unos de fresno y el otro de olmo. Al de fresno lo convirtió en hombre y al de olmo en mujer; de ellos proviene la actual humanidad, que tuvo en primer lugar el alma y la vida; en segundo, la inteligencia y el movimiento; en tercero, la palabra el oido y la vista.
Y después que Odin creo el hombre y la mujer les concedió un lugar excepcional el paraíso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario